Fiesta dedicación del templo

Diario de oración
Martes,

23 de Abril

MARTES DE LA IV SEMANA DE PASCUA

MOTIVACIÓN

Aquí estoy, Señor. Hago silencio y me dispongo contigo a comenzar este nuevo día. Te entrego todo mi mundo interior para que sanes todo aquello que está herido. Te siento muy dentro, en lo escondido y recuerdo las palabras de Pablo: «¿No sabéis que vosotros sois templo de Dios?». En el evangelio de hoy me dices que el Padre y tú sois uno, uno en amor, uno en el otro y con el otro, que sois comunión de amor. Hablemos con quien nos habita y en el santuario de nuestro corazón no dejemos de adorarle.

DEL EVANGELIO DE SAN JUAN 10, 22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. .....

 Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

COMENTARIO ORANTE

Aquí Juan nos recuerda que creer es descubrir las obras de Jesús en nosotros y que, a través de esas obras, conocemos quién es el Padre, quién es él, pues el Padre y él son uno. Nos vuelve a recordar que en Jesús se cumplen las profecías del Pastor esperado, el Pastor que nos invita al seguimiento con una voz inconfundible, una voz que no se impone, sino que me habla al corazón. Jesús nos invita a escuchar, a mirar, a descubrir lo que realiza en mí, en cada uno de nosotros, experimentando así cómo es el corazón de Dios, el corazón del Padre.

PALABRA DE LOS MÍSTICOS

Escribe santa Isabel de la Trinidad, en una de sus cartas:

«Hagamos para Él un lugar solitario en lo más íntimo de nuestra alma, y estémonos allí con Él, sin abandonarlo nunca. Ése es su mandamiento: «Permaneced en mí, y yo en vosotros» [Jn 15,4]. Esta celda interior nadie podrá quitárnosla; por eso, ¿qué me importan las pruebas por las que tengamos que pasar? A mi único Tesoro lo llevo «dentro de mí». Todo lo demás no es nada… Cómo me gustaría vivir ya sólo de amor, vivir ya muy por encima de esta tierra donde todo deja vacío en el alma»

(Carta 160 (206). A Dª Antonieta, Sra. de Bobet, Carmelo de Dijon, 27 de abril [de 1903]).

CANTO: SEÑOR, TU PALABRA, Isabel Toyos. CD: Todo vuelve a ser posible, nº 15.

ORACIÓN

Señor, hoy quiero pedirte
que aumentes mi fe
para descubrir en mi vida
cada una de las señales
que me regala tu amor.
Señor, no quiero dejar de escucharte,
pues no hay nada más eficaz que tu Palabra.
Señor, cómo deseo estar contigo
porque sé que tú eres el lugar
de encuentro con Dios.
No dejes de escribir conmigo
y con cada uno de mis hermanos
una hermosa historia de amor.

Mabel Pérez Chaves, OCDS

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