Nos llamas por nuestro nombre

Subió a la montaña y llamó a los que quiso
Buenos días mi querido y amado Jesús 
Gracias por el frescor de la mañana y la suave lluvia que le da un encanto especial a mi querido poblado,poder ver la tierra humedecida,signo de esperanza  que la naturaleza se mantenga viva, en esta etapa de invierno. Así entiendo nuestra vida cuando tú vas derramando  tu amor como la suave lluvia dentro de las zonas más profundas  del alma empapando y reavivando nuestro interior donde tú habitas.
Solo quiero agradecer y ofrecerte este día y te pido por todo este grupo de mujeres  que  vendrán a beber del manantial que brota  de tu corazón .
Y desde este monte hermoso continuarás llamando a todos.

Subió a la montaña tu también buscabas la montaña para orar ,para estar Asolas con el Padre ,y  que privilegio vivir en la montaña dónde se respira paz, armonía, silencio, y cuántos suben a la montaña a este encuentro personal contigo  es lo más maravilloso el encuentro personal contigo y es desde este encuentro que experimentamos la llamada 
"Llamo  a los que el quiso" La iniciativa viene de ti y que alegría que no solo hayas llamado a los 12 discípulos cada uno por su nombre sino que en tu mente estaba yo por mi nombre Luisa a la que después me puso el nombre de Filomena (Filemón)
Y eres tú quien llamas y por si existe alguna duda y no nos sentimos dignos nos dices:"no me elegiste vosotros  he sido yo quien os elegí." y así como me llamaste ,también llamaste a muchos de los cinco continentes  para formar una comunidad de hermanos un pueblo de Dios ,una Fraternidad universal.
Y nos has dado una misión  como a los 12
Los llamo para que convivieran contigo y para enviarlos a predicar .
Nos has dado un carisma que hemos de continuar transmitiendolo ,dando testimonio  del reino de Dios 
Gracias por llamarnos a esta hermosa misión y darnos un carisma específico: oración y ministerio de la Palabra 

ME LLAMASTE SEÑOR


Me llamaste Señor y no me eché atrás,
porque fuiste más fuerte que yo.
Por todos los lugares del mundo entero
Escuché tu grito suave y tierno
que me sedujo.

‘’ Ven y sígueme ‘’
y no me resistí, al verte en esa cruz
entregándote por mí.

Me sacaste de mi casa paterna
y comencé a verte a ti
en cada hermano necesitado...

...eres tú mi Cristo necesitado
en corazones jóvenes en busca de sentido,
en corazones de familias añorando calor de hogar,
en corazones de niños necesitados
de un abrazo de padre y madre

y encontré la alegría...
...la alegría de decirte: Hágase en mí
según Tu Palabra.

Un sí sosteniendo el sí de cada hombre,
un sí por generaciones,
como el sí de  María  de Nazaret que tiene fuerza de transformar
el corazón de hombres y mujeres de toda raza y nación,
transformando la historia,
marcando un nuevo milenio
y así toda la tierra se estremezca de júbilo,
porque todos hemos dicho:
’’ Hágase en mi según tu palabra”

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