YO SOY TU BUEN PASTOR Y TU PASTO

22 de Abril


LUNES DE LA IV SEMANA DE PASCUA

Aquí estoy, Jesús, para comenzar esta nueva semana contigo. Acallo las voces que me impiden escuchar tu voz. Me llamas por mi nombre y yo, en medio de otras muchas voces, reconozco tu voz porque tú eres mi Pastor. Quiero dejarme conducir por ti, descansar en ti, porque tú no solo eres mi Pastor, eres también mi pasto. Jesús, sé que tú me guías, que caminas conmigo, y eso me hace sentir segura. Ahora, Señor, junto a ti, preparo mi corazón para acoger tu Palabra.

DEL EVANGELIO DE SAN JUAN 10, 1-En10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
« verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

COMENTARIO ORANTE

En este evangelio, Juan nos presenta a Jesús como Pastor atento y entregado. Jesús nos hace ver hasta dónde llega su amor por cada uno de nosotros y el precio que está dispuesto a pagar para así cumplir la misión que el Padre le ha encomendado. Nos recuerda que solo él es la Puerta, una Puerta que nos abre a nuevos caminos, que da acceso a la salvación, a la vida; la Puerta que nos lleva a pastos seguros lejos de los lobos que acechan nuestro día a día.
La vocación de Jesús es igualmente la nuestra y por ello también nosotros estamos llamados a ser dadores de vida.

PALABRA DE LOS MÍSTICOS

Escribe santa Teresita en una de sus cartas:
«Jesús, hay un misterio que quisiera penetrar. Dime, por favor, por qué has escogido precisamente a las ovejas queridas de mi pastora para probarla […] Si hubieses escogido ovejas extrañas, la prueba hubiese sido más suave […] Entonces el buen Pastor, mostrando al cordero sus pies, sus manos y su corazón hermoseados con luminosas llagas, respondió: “Mira estas llagas, ¡son las que recibí en casa de los que me amaban…! Por eso son tan bellas y gloriosas, y su resplandor arrobará de alegría a los ángeles y a los santos por toda la eternidad […] Dichoso el que pone en mí su apoyo; es como si pusiera peldaños en su corazón para elevarse hasta el cielo…”. Señor siento que tus palabras son la verdad, pues ponen paz y alegría en mi pobre corazón»

(Carta 190. A la madre María de Gonzaga, 29 de junio de 1896).

ORACIÓN

Gracias, Padre, por haberme abierto
la Puerta de la vida, que es Jesús,
por ayudarme a entrar por ella
y recorrer junto a tu Hijo el camino
que me conducirá a la vida y esta en abundancia.
Seguirte, Jesús, es vivir una vida entregada como la tuya,
ser pastor, pasto y puerta, allí donde tú me lleves.
Que no deje de escuchar tu voz,
pues no solo caminas delante de mí,
sino que no dejas de guiar mis pasos
hacia la verdadera libertad, hacia pastos seguros.

Mabel Pérez Chaves, OCDS

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