La Familia De Nazaret nuestro modelo
Hoy celebramos la sagrada familia y que modelo tan maravilloso la familia de Nazaret y también que tengamos una familia donde ha sido una escuela de aprendizaje ,donde nos sentimos en confianza , amados,aceptados,y es también dónde aprendemos a relacionarnos ,aprendemos amar y a perdonar ,que como dice el Papá Francisco es escuela de humanidad, porque en la familia nos sentimos amados y aprendemos a amar y aprendemos las virtudes humanas y cristianas que forjan nuestra vida: el servicio, el respeto, la solidaridad, el trabajo, el diálogo y el perdón.
“Tener un lugar a donde ir, se llama hogar Tener personas a quien amar, se llama familia y tener ambas se llama bendición”. Y por eso, todo necesitamos de una familia para crecer sanos y seguros, y por ello es tan importante cuidar, acompañar y defender la familia.
No hay familias perfectas, ni esposos perfectos, ni padres perfectos, ni hijos perfectos y mucho menos suegras perfectas. Quizás la única familia perfecta ha sido la familia de Nazaret. Y por eso San Pablo dice : Sopórtense unos a otros y perdónense si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor los perdonó, así también perdónense entre ustedes.
La familia es escuela o camino de comunión, y la comunión es una meta que tenemos que alcanzar poco a poco, con paciencia, con misericordia, con generosidad.
La familia es como una casa que nunca termina de construirse, y a veces es necesario que se caiga alguna pared, para darnos cuenta que hay que volver a empezar, construyendo sobre cimientos más firmes, procurando que Cristo sea la roca sobre la cual se construye nuestra vida familiar.
Al mirar a mi familia, debo mirar el vaso medio lleno y no medio vacío… Mirar más las bendiciones y los dones de mi familia que vivir quejándome de los defectos de los demás. Como aquella señora a la que un padre le dijo: Señora usted viene a confesarse de sus pecados, o de los de su marido. La convivencia familiar no es fácil, no hay que asustarse ni escandalizarse de que a veces haya conflictos en el hogar. A veces más dolorosa que la pelea, es la distancia, la indiferencia y el silencio. Cuando hay un muro invisible que aleja a los esposos, a los padres y a los hijos o a los hermanos, aunque vivan bajo el mismo techo.Por eso, es tan importante vivir el perdón, dialogar y sanar las heridas.
Demos gracias al Señor por nuestras familias, con todos sus problemas. Pidamos al niño Jesús por la intercesión de María y José por nuestras familias, y por las familias más frágiles, por las que están pasando por momentos de crisis, por los esposos que no tienen trabajo, por las familias de madres que han sido abandonadas o que tienen algún hijo enfermo, por las familias de los inmigrantes. Y aprovechemos estos días para estar más en familia, para compartir las vacaciones, la salida al campo o a la playa, la mesa familiar, la visita a los abuelos, para construir los vínculos de comunión familiar tan necesarios. Que Así Sea, Amen".Papa Francisco.
Comentarios
Publicar un comentario