Esta es la casa de mi Padre

Tu cuidas la casa de mi Padre y deseas que sea el centro de nuestra vida esa casa es nuestro corazón,es el templo sagrado , morada de Dios .Por eso cuando los vendedores convierten tu casa en negocio tu eres celoso de tu casa y se te ve enfadado y con autoridad dices:

 «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». No es usual verte así Jesús con esta actitud, se te nota enojado, disgustado, pero es por qué  estás movido por un sentido de pertenencia, por un amor más grande que se convierte en exigencia y defensa hacia lo sagrado. No solo por un lugar físico sino por un espacio donde hay encuentro de amor. Y ese espacio está en mí corazón ,y tu Jesús lo quieres recuperar.

Jesús gracias por cuidar la casa de mi Padre y deseo que viva un orden donde el sea el centro de mi vida su templo donde los demás vean su presencia ,en las obras y palabras,porque tú templo es sagrado .

Escribe santa Isabel de la Trinidad:

«El alma que quiere servir a Dios noche y día en su templo –me refiero a ese santuario interior del que habla san Pablo cuando dice: ‘El templo de Dios es santo, y ese templo sois vosotros’ [1 Co 3,17]– esa alma debe estar decidida a compartir efectivamente la pasión de su Maestro. Es un alma redimida que debe a su vez redimir otras almas, y para ello cantará al son de su lira: ‘Me glorío en la cruz de Jesucristo [Gá 6,14]. Estoy clavada con Cristo en la cruz…’ [Gá 2,19]».

(Tratados Espirituales 13)J

Jesús, no permitas que  tantas cosas y experiencias ocupen 

 tu lugar en mí…
Quita, destruye todo aquello
que ocupe tu lugar 
Porque soy templo de de Dios dónde es el Padre el centro