Talitha qumi (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»)».
Niña contigo hablo levántate Me dispongo a estar un ratito contigo, Señor. Me pongo en tu presencia con la confianza con la que se recibe a un amigo, sin preparar otra cosa que una silla a mi lado para que te sientes junto a mí. Me alegro de que un día más vengas a mi casa y te sientes a mi lado. No me pides mucho, no. Me pides confianza y abandono. Y nos quedamos en silencio, mirándonos, sonriendo. Que nadie rompa este momento que quisiera prolongar más tiempo. Pero me invitas a escuchar tu Palabra y a salir a la vida, y eso me dispongo a hacer. "En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre ...