La semilla en manos del sembrador da mucho fruto.

 Ayer sembré una semilla este fue mi Sembrador 

la fue regando y mimando con un bello resplandor.
Con hermosas bendiciones y muchos detalles de amor
La semilla cuidaba mi buen Sembrador. 
La tierra fue removida con grandes sacudidas la semillita sufria por lo tanto no entendía 
La semillita decia:
porque es de noche cuando es de día Porque este encierro sentía que se moría. 
Y con lágrimas decía me muero en la oscuridad si yo nací para la vida porque me han de enterrar.
Pero el sembrador conocía lo que la semilla padecía. Y con sus lágrimas el jardín se humedecia.
Y el buen Sembrador le decía ahora no puedes entender mañana cuando seas un árbol me lo sabrás agradecer 
Puede que algun día entiendas que para su bien la sembré .
Pues en cada noche oscura ,
nace un bello amanecer. 
Y así el Sembrador la cuidaba,
día y noche la mimaba,
esperando que de el fruto por la cual fue destinada. 
Asi con palabras tiernas le hablaba  y la semilla escuchaba
Un voz que distinguía de su buen Sembrador que la cuidaba. 
No temas pequeña semilla
Jamás serás abandonada 
Yo estaré contigo, 
en las buenas y en las malas. 
Algun dia verás la luz esa luz que desde siempre te guiaba.
Siendo tu la semilla que en mis manos  estaba que desde siempre amaba.
 Serás un árbol frondoso donde muchos anidarán, con unas buenas raíces siendo para ti la Trinidad.
 Aunque los vientos sean fuertes y  veas mucha gente morir. 
Piensa que son semillitas que siempre han de vivir dando su fruto eterno  simpre han de existir.
  No temas ya están conmigo
Viviendo en eternidad aunque no lo entiendas te has de acostumbrar 
que la vida es como un soplo que como viene se va 
pero yo siempre estaré contigo ,amándote de Verdad.
mi semillita sembrada con un destino final.
Vivirá para siempre para toda la eternidad.
 AMEN
LEVJEP. 

La semilla crece sin saber cómo 

Gracias Jesús por qué nuestra vida es como una pequeña semilla que está en tus manos y eres tú quien la haces crecer .
Está parábola que tú Jesús hoy nos hablas a mi ma da mucha esperanza .

    «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Gracias por hacerme entender que la semilla crece y da fruto no por nuestros esfuerzos y méritos si no de confiar y entregarte nuestra vida dejándola en tus manos y tú vas moviendo los hilos por dónde menos nos lo esperamos pero es necesario dejarnos en tus manos .

"Es una tentación frecuente en muchos, en mí también, pensar que el crecimiento del Reino depende más de lo que nosotros podemos hacer que de lo que Dios sin duda hace. Es una tentación pensar que somos nosotros los artífices y olvidar al que de verdad mueve todos nuestros hilos. Y cuando pensamos así, y vemos ciertos resultados pobres, nace en nosotros el pesimismo, cuando no la desesperanza. Dios va haciendo crecer el Reino de manera insospechada, por caminos que desconocemos, y lo hace crecer incluso cuando nosotros no colaboramos o nos oponemos a él."

Comentario del Evangelio orante

 Escribe el beato María Eugenio del Niño Jesús:

 «El hombre espiritual, es aquel en quien, precisamente, domina esta vida sobrenatural, hasta el punto de que el organismo sobrenatural, la gracia, todo lo ha transformado, lo ha vivificado todo. En él, gracias a esta información, gracias a esta invasión de la gracia en todo el ser, el Espíritu Santo que reside en el alma puede dirigirlo todo: «Esos son los hijos de Dios, dice san Pablo, quienes se dejan mover por el Espíritu de Dios» (Rom 8,14). Aquellos que, estando penetrados por esta gracia bautismal, son movidos, se encuentran bajo el «dominio» del Espíritu, y son, en consecuencia, aquellos en quienes Dios ha establecido su reino»

 (Feliz tú que has creído, p. 28).

 ORACIÓN

 Señor, gracias, gracias porque tu Reino pequeño, 
se va haciendo grande, 
porque va creciendo en nosotros
y en muchas gentes de buena voluntad,
porque se va consolidando por caminos desconocidos.
Gracias porque tus caminos son distintos de los nuestros
y tu lógica supera nuestros cálculos, 
porque rompes nuestros esquemas pequeños y cortos de vista.
Gracias, Señor, porque el grano de mostaza ya es árbol, 
porque la semilla ha crecido y se ha hecho grande,
porque nos haces ver que somos tus colaborares,
que lo nuestro es ayudar.

Javier Fuente, ocd

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